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Anticongelantes-refrigerantes.

en Productos

Características. Cómo y cuál utilizar.

Los anticongelantes son productos que se añaden a los líquidos para favorecer la refrigeración (cesión de calor de un elemento a otro cuya temperatura es inferior) de los motores y proteger el circuito de refrigeración reduciendo su punto de solidificación, logrando de esta forma que la mezcla resultante se congele a una temperatura más baja. Del mismo modo, mantiene el circuito de refrigeración en perfecto funcionamiento y estado de limpieza sin afectar a los componentes del sistema.

En el funcionamiento de los motores de automoción solo se aprovecha el 30% de la energía generada en la explosión para el movimiento del vehículo. Esta pérdida de energía se produce en forma de calor y por el rozamiento entre los elementos móviles. Si este calor no se evacua, se originarían dilataciones y los consiguientes gripajes de las piezas en movimiento. De aquí nace la necesidad de dotar a los motores de un sistema de refrigeración.

Función principal.

Su función principal es refrigerar la mecánica, siendo en el periodo estival cuándo más se desgasta. Tiene un papel más importante en verano que en invierno pero dado que se sobrevalora más su función anticongelante a la real de refrigerante, en muchas ocasiones ni se llega a usar.

Tienen una gran importancia para el mantenimiento del vehículo siendo imprescindible que se adapten a las exigencias de los fabricantes de los mismos.  Con los motores modernos cada vez se exige más, ya que tienen que soportar mayores temperaturas de trabajo debido a las altas potencias y prestaciones actuales. También se les dificulta su trabajo con el uso de distintos metales en los circuitos de refrigeración, como el aluminio, acero de distintos tipos, cobre, latón o aleaciones de otros metales.

Propiedades.

– Gran capacidad calorífica que permita evacuar el calor sobrante del funcionamiento del motor.

– Punto de ebullición elevado. La temperatura de ebullición debe situarse por encima de la temperatura de funcionamiento del motor. Si el refrigerante entra en ebullición se generan burbujas y cavitación, que producen el aumento de presión y temperatura en el circuito. Estas burbujas provocan corrosión e impiden la transferencia de calor entre el motor y el refrigerante.

– Temperatura de congelación baja. La congelación del refrigerante provoca un aumento de volumen que puede generar fisuras en los componentes del circuito, incluido el motor. Para evitar que esto se dé, los bloques de motor disponen de tapones de seguridad que absorben el aumento de volumen desprendiéndose o rompiéndose.

– Propiedades anticorrosivas para evitar la formación de óxidos en depósitos sólidos que pueden obstruir el circuito, además de la destrucción de los elementos atacados.

– Propiedades anti-incrustantes que impidan la deposición de sales de calcio y magnesio que empeoran el intercambio de calor entre el motor y el refrigerante. Al utilizar un anticongelante con buenas propiedades desincrustantes se produce el desprendimiento de depósitos generados anteriormente apareciendo restos de aspecto oleoso en el depósito del líquido refrigerante. Esto indica una buena calidad del producto, y no lo contrario como muchas veces se cree.

– Viscosidad baja que permita la fácil circulación por el sistema de refrigeración.

La Composición.

El agua es el fluido con mayor capacidad calorífica, pero tiene inconvenientes como su punto de ebullición, el de congelación y que favorece la corrosión de los componentes del motor.

A finales de 1930, la mezcla de metanol y agua fue el anticongelante más usado. Tenía buenas propiedades ante la congelación, pero un bajo punto de ebullición y capacidad calorífica, siendo finalmente considerable peor refrigerante que el agua sola. Además, el metanol se evaporaba con facilidad por lo que reducía su concentración.

En 1937 se empezó a usar el etilenglicol como anticongelante, un tipo de alcohol que además de refrigerante tenía un mayor punto de ebullición, siendo así útil tanto en invierno como en verano. Este es el utilizado actualmente, ya que sus propiedades son mejores que las de los otros alcoholes, teniendo una temperatura de ebullición de 197ºC en estado puro. Su calor específico y conductividad térmica son inferiores a la del agua pero para ello se usa en dilución con agua destilada. Este componente representa el 90% de un refrigerante concentrado. El resto está formado por aditivos inhibidores anticorrosivos para proteger los diferentes metales del circuito y mantenerlo limpio y en óptimas condiciones de funcionamiento

El Color.

El color no tiene ninguna repercusión en la funcionalidad del líquido, es tan solo un tinte, por lo que no influye que utilices de un tipo o de otro.

Los Compuestos Orgánicos.

La principal diferencia entre el orgánico y el inorgánico radica precisamente en los inhibidores para la corrosión. Los inorgánicos utilizan productos como silicatos, que tienden a degradarse con el paso del tiempo, restando efectividad y pudiendo ser fuente de futuras averías. Los orgánicos, por su parte, se muestran más estables durante un periodo de tiempo mayor y son biodegradables, por lo que resultan menos dañinos con el medio ambiente. Además, su capacidad de evitar la congelación es la más alta, llegando hasta casi 40 grados bajo cero.

¿Cómo utilizarlo?

Una opción es añadir anticongelantes para combustible a la gasolina y el diesel para evitar su solidificación en invierno, así como anticongelantes/refrigerantes al agua del circuito de refrigeración de los motores para que funcionen expuestos a temperaturas extremas. Otra opción es inhibir la corrosión de los sistemas de refrigeración que a menudo contienen una gama de metales electroquímicamente incompatibles (aluminio, hierro fundido, cobre, soldaduras de plomo, etcétera).

Se aconseja cambiar el anticongelante cada 2 años o pasados 40.000 km para garantizar sus propiedades en perfecto estado.

Para cambiar el anticongelante hay que vaciar el circuito eliminando así el antiguo. Se debe hacer con el motor frío abriendo el circuito. Para un mejor resultado, puede utlizar productos apropiados, manteniendo el producto en el circuito durante un tiempo determinado para desincrustar la suciedad. Por último, cerrar el circuito y añadir el nuevo anticongelante para que quede entre las marcas de mínimo / máximo y purgar el circuito.

Es muy importante que quede bien cerrado el depósito de líquido refrigerante/anticongelante, pues al coger temperatura este elemento se expandiría y podría quemar los componentes que tocase.

¿Cuál elegir?

Entre otros, conviene tener presente la temperatura de la región donde el coche circulará con frecuencia, para elegir el anticongelante más adecuado: al 10% es efectivo hasta -4º; al 20% hasta -9ºC; al 30% hasta -18ºC; y al 50% es adecuado hasta -35ºC.

Por ejemplo, si al circuito de refrigeración le añades anticongelante del 10%, la mezcla resultante no se congelará hasta que la temperatura no baje de -4 ºC.

Para asegurar el correcto funcionamiento puedes consultarlo en el manual de tu vehículo.

Nuestros Anticongelantes.

Puede ver en nuestra página web, nuestro catálogo de anticongelantes.

 

 

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